lunes, 3 de agosto de 2015

What's wrong?

No sé qué demonios me pasa... ¿Por qué tengo que estropearlo todo siempre? ¿Por qué mi mente se empeña tanto en no dejarme ser feliz, en convertir cualquiera de mis pensamientos en algo dramático y lleno de dudas y dolor?

Nunca, jamás en mi vida había aspirado realmente a enamorarme, a compartir mi corazón con alguien. Lo encerré hace mucho tiempo, bajo capas de ceniza, acero y cadenas. Dejé que las grietas se fueran resecando, que los huecos vacíos se inundaran de oscuridad. Lo dejé ir hace tantísimo tiempo que ya ni recordaba lo que era escucharlo latir.

Se supone que es un corazón joven, que debería ser fuerte, que sus latidos podrían escucharse a kilómetros de distancia y tendría que poder aguantar toda una sucesión de golpes. Sin embargo, luce como un corazón anciano... carga con tanto dolor y traición, con tanta frialdad y oscuridad, que sus latidos son pausados y lentos. Le cuesta, después de una temporada tan larga, recuperar un poco de fuerza... Pero quiero que lo haga. Por primera vez, quiero que lata, que sienta, que se arriesgue... Porque lo digo siempre: un corazón, aún roto y frágil, si no late se muere. Ahora, más que nunca, necesito el aliento de mi Corazón. Necesito el poco valor que le queda, para que me ayude a luchar contra la Razón que tanto me golpea.

Aunque parecía imposible, la luz quiere volver a salir... pero no pretende tomar el control. No pretende cambiarlo todo así como así, sabe que sería un grave error. No, las cosas no se arreglan así. Sabe que esta vez es importante que se haga de manera diferente, que se haga bien de verdad... Debe hacer las paces con la oscuridad y el ángel y el demonio deben hablar.


lunes, 27 de julio de 2015

sábado, 18 de abril de 2015

I believe in now

Sinceramente, desde siempre he pensado que nada en esta vida es eterno. Las cosas se desgastan con el tiempo, pierden fuerza. Sobretodo los sentimientos. Pero esto no quiere decir que sólo valore aquellas cosas que se esfuman rápido y duran muy poco. Al contrario, esas cosas son a las que menos les presto atención, porque pasan por mi vida tan velozmente que no tienen tiempo de dejar una huella.

Lo que quiero decir cuando digo que para mí nada es eterno, es que no creo que exista un "siempre" para nada. Al fin y al cabo, queramos o no, a lo largo de los años cambiamos nosotros y cambia nuestro entorno. Y eso, sin que podamos evitarlo, cambia lo que sentimos.

Es muy bonito eso de estar en una relación y no parar de repetir la retahíla de "estaremos juntos siempre", pero, sinceramente, eso es algo que yo veo muy irreal. Uno no sabe cómo es el futuro, qué obstáculos habrá en el camino o si la persona cambiará. Personalmente, a día de hoy, no he sido testigo de una sola relación (de amistad o de amor) que de verdad haya cumplido esa promesa. No pretendo desmerecer a aquellas parejas enamoradas que bajo el velo del amor no pueden evitar mirar hacia adelante e imaginarse juntos toda la vida, es simplemente que, tal y como yo lo veo, una promesa así no es muy fácil de cumplir.

No creo en lo eterno, pero tampoco en lo efímero. Creo en el momento. Creo en disfrutar los minutos del día con pasión y valor. Creo en exprimir cada instante y vivirlo como si fuera el último. Creo en hallar un sentimiento que duela tanto por lo hermoso que es y ser capaz de aprender de él cuando se vaya, cuando llegue el momento de que se agote. Creo en el ahora. No en un futuro incierto ni en un pasado impermutable, si no en un presente real.